*Spoiler alert: si no has jugado la primera o segunda entrega de The Last of Us y no te gustan los spoilers, NO leas esto.

Creo que todos -o casi todos- podemos concordar en que The Last of Us de Naughty Dog es uno de los mejores videojuegos de todos los tiempos. The Last of Us (TLoU) comparte la idea de un mundo y sociedad postapocalípticos con muchos otros títulos y películas; sin embargo, TLoU se distingue de éstos por varios motivos.

Desde los primeros minutos de TLoU, puedes darte cuenta que no va a ser tu regular action-adventure game, sino que la carga emocional de éste es, como dirían, way more than you bargained for. El momento en el que la hija de Joel muere es desgarrador, y honestamente yo nunca imaginé que un videojuego, que personajes que ni siquiera existen en la vida real, pudiera hacerme sentir tantas cosas a la vez.

Incluso cuando vemos que veinte años después, Joel es ahora un cínico y amargado contrabandista, al que parece que nada ni nadie le importa, y que jamás se quitó el reloj que Sarah le regaló, es doloroso.

Este juego, a diferencia de muchos, te da un insight muy personal a la vida de una persona que lo ha perdido todo, y que sin embargo, poco a poco vuelve a reconectarse con sus emociones al grado de terminar escogiendo a Ellie por encima del resto del mundo, literalmente.

En The Last of Us Part II es imposible no sentir empatía y hasta tristeza por Joel, al ver su lado paternal y el cómo Ellie le rompe el corazón al rechazarlo y dejarle en claro que -según ella- no lo ve como un padre, sin importar cuánto haga Joel por ella.

Así es como, cuando Abigail (me repatea decirle Abby porque no le tengo ni tantito afecto) lleva a cabo su venganza contra Joel, no hubo nada, NADA que me consolara. Haber visto la evolución que tuvo Joel, de ser un hombre roto y muerto en vida, hasta convertirse inesperadamente en un padre cariñoso, protector y paciente que sigue amando a quien ve como su hija, y después verlo morir de la forma más cruel que he visto ever en verdad dolió mucho.

No está de más decir que los creadores de esta maravilla de juego hicieron un trabajo excelso. Sí dolió, sí lloré (mucho), me deprimí un poco y, aunque intentaron con todas sus fuerzas que viéramos a Abigail con empatía, nunca superé el odio hacia ella. Y es justamente esto (así como obviamente la música, gameplay, y muchas otras cosas más) que hacen tan especial y extremadamente difícil de superar a The Last of Us.

Cuéntenme, ¿ustedes lograron “perdonar”a Abigail después de ver su lado de la historia? ¿Qué opinan de la actitud de Ellie antes y después de la muerte de Joel? Dejen sus comentarios, me encantaría ver sus puntos de vista, tal vez yo soy la única persona que no supera resentimientos.

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